El Ribeiro
Esta denominación se sitúa en la parte más occidental de la provincia ourensana, en la confluencia de los valles de los ríos Miño, Avia, Arnoia y Barbantiño. Este enclave singulariza estas tierras y le confiere una notable belleza paisajística.
Este territorio, considerado cómo uno de los más representativos de la arquitectura gallega, atesora un patrimonio artístico magníficamente conservado. En sus pueblos medievales se pueden visitar castros, juderías (Ribadavia, con su Festa da Istoria en el mes de agosto), pazos (Pazos de Arenteiro), conventos, iglesias o Monumentos Naturales como Pena Corneira. Además, podemos disfrutar practicando deportes náuticos, pasear en catamarán entre viñedos o aprovechar las beneficiosas propiedades de las aguas termales.
La D.O. cuenta con una extensión de aproximadamente 2.700 hectáreas de viñedo y que se extiende desde los 75 hasta los 400 metros de altitud en valles y laderas a veces de acusada pendiente que es salvada por las terrazas, aquí denominadas socalcos que siguen las curvas de nivel. El vino blanco del Ribeiro es limpio y transparente, sutil en el olfato, con exquisitos aromas de flores y frutas; los tintos son vivos, con tonos brillantes de rojo picota, intensos en nariz y amplios y expresivos en boca.